viernes, 20 de mayo de 2011

desocupación

Alucinación, o no sé. Desviaciones de la vista tal vez. ¿Del cerebro? Obviamente. Se producen ondulaciones en los objetos que tienen una superficie definida, casi lisa, lineal. En la parte inferior de la mayoría de ellos aparece el esbozo de una esfera que gira desesperadamente intentando destruir la barrera que la detiene, como si fuera de goma, pero casi siempre es algo totalmente indestructible.

Veo y espero.

Quiero presenciar el efecto de liberación, pero nunca llega.

Caen gotas de lluvia, pequeñas, no parecen agua sino sudor porque hace demasiado sol. No sé cuánto tiempo ha pasado. No sé como he sacado la llave para abrir la puerta. No sé cuánto tiempo he estado de pie viendo esto. Pero estoy mojado, sin distinguir la causa. Aparece una araña pequeña en el filo de la cerradura (tiene forma de tarántula), me suelto de la esfera, me distraigo, doy un paso hacia atrás, me recorre un escalofrío por la columna y salgo de esta especie de trance.

Entro.