miércoles, 10 de noviembre de 2010

Lo más importante en una conversación virtual [15.05.2007]

La gramática constituye la base fundamental de toda expresión, ya que nos guía adecuadamente por el camino de la claridad para entendernos. “Toda la teoría de la música son a la música, lo que la gramática es la literatura”*, ésta es la comparación más acertada que pudo haber hecho el autor para indicar la importancia de la gramática.

Autores, como Gabriel García Márquez, expresaban que la ortografía necesitaba “jubilarse”, pero eso no era más que una necesidad de “simplificar y humanizar” las cosas, mas no suprimirlas. Incluso el uso del término “jubilar” de esta forma, ya implica el uso de la gramática. “El instrumento de un escritor es la palabra, la cual está sujeta a un ordenamiento que es la gramática”*. Los escritores hacen la gramática pero al mismo tiempo, ésta está hecha para facilitar la expresión por medio de la palabra.

Villacís Molina dice que: “escribir es como ejercitar cualquier otro oficio… y se debe aprender a usar el instrumento que a cada uno le corresponde”*, lo cual concuerda completamente con la función de la gramática en la literatura. Para poder expresarnos correctamente, necesitamos directrices; esta función la cumple la ortografía, los signos de puntuación, la conjugación, y demás herramientas que están a nuestro alcance. Solo se aprende a escribir practicando.

* Villacís Molina, Rodrigo, “La gramática después de zacatecas”, en Manual de Periodismo Cultural, Quito, Ediciones CPP, Abya Yala, 1997, pp. 77-84.

No sé por qué lo elegí [24.04.2007]

Es tan difícil describir alguien de una forma que sea precisa, incluso para los sentidos, cuando no se ha tenido el tiempo necesario o se carece del gran talento de la observación, y peor aún, de los dones que tiene un escritor para poder plasmar una imagen en palabras. Antes que nada quiero aclarar: las descripciones son muy relativas; pero bueno, pues ahí va mi descripción.

Empecemos por el sexo, así se van descartando personas, es hombre. Es delgado, en realidad es flaco para su altura, ya que si fuera de menor estatura no se notaría tanto su “delgadez”. Tiene el cabello ondulado, la risa casi guardada (no sé porque se me hacen que el cabello y la risa van combinados en esta descripción). Su estilo es híbrido: “alternativo/aniñado”. Fuma constantemente, Malboro rojo, por lo menos lo hace en los recesos, y siempre carga una botella de agua sin gas. No vive sin la música, siempre carga un ipod, ya sea el de él o de alguno de sus amigos. Es un tipo totalmente serio, aunque no lo parezca, sus bromas son reales que a veces ni parecen ser bromas, sino que son “comentarios” de lo que ocurra o de la gente, que resultan jocosos. No sé en realidad cuál será su frase de cabecera, probablemente la que tiene en el Messenger, pero me quedo con la que suele decir: “algunas noches soy fácil… no acato límites”.

Estos párrafos resultaron extraños, simplemente no podría decir que eso lo describe cómo realmente es, pero espero que se acerque a la realidad, ya que la mía está distorsionada.

Relación [22.03.2007]

Ella llegó cuando él menos se lo esperaba. La raíz de su vida era como el mármol, frío y duro, antes de verla, contemplarla y amarla; ella simplemente era ella y no hacía nada para agradarle, pero tampoco lo hacía para disgustarle; constantemente le hacía sonreír. Siempre se preguntó: “¿cómo puedo amar a un ser así? Es antinatural” Ella nunca dijo nada; sábados dormían juntos, domingos comían palomitas de maíz en la cama, el resto de la semana se encontraban en la noche, donde ella salía a su encuentro. Cuando estaban solos, ella se acostaba en su pecho, él solo le acariciaba y no decía nada, y el tiempo pasaba rápido. Él cambió su carácter, se hizo menos triste, pero más posesivo. Sus actividades incluían: subirse al árbol de aguacate de su patio a la madrugada, escuchar el canto de los pájaros nocturnos y revolcarse en el césped. Él no sabía, ni sabrá, qué es lo que siente ella por él, pero él, la ama; ella es su mascota, él es su dueño (¿lo es?). ¿Es eso acaso el amor?, ¡Pichiko!, ojala pudieras entender que te amo.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Sexto Círculo

Todavía no sé lo que va a pasar.

Mañana me tomaré la pastilla de la realidad. Se va. No sé si para siempre, pero sí por algún tiempo (largo).

¿Cuánto va a tardar en hacerme efecto, y cuál será el efecto?. ¿Cuánto lloraré? ¿Qué intentaré? ¿Qué diré? ¿Será largo el silencio?

¡Y los efectos secundarios! ¿Qué pensarán todos (los que no saben)? ¿Llegará bien? ¿Regresará el otro acá? ¿Me obligará a regresar? ¿Qué haremos?

Siento que estoy en la mitad de un puente que está a punto de caerse y soy ciego (digamos que me va a dar migraña, ceguera blanca). ¿Qué hago? Hay muchas opciones: girar mucho o poco, caminar despacio, correr... ¿Llegaré a un lado? ¿Qué lado será? Antes de eso, ¿alcanzaré algún extremo sin que antes se caiga el puente? Si voy por una dirección equivocada, ¿me caeré?, ¿y que hay debajo?

Tengo... miedo.