Este remedo de gripe que aparentemente quiere cogerme por el culo y darme 10 vueltas me ha puesto demasiado mental. Estaba plagado de ideas estúpidas mientras me duchaba hace 5 minutos y ahora me siento completamente vacío. No me molesta sentirme así, pero cuando es el momento de querer plasmarlo todo me desespero y se me llenan los ojos de lágrimas porque casi nunca puedo hacerlo.
Estoy pensando que todo lo que ha pasado nunca debería haber pasado, no quiero tener que contar los días para esperar el drama, que mentalmente ya me llegó ayer y que siento que debería explotar, pero al mismo tiempo no podría ya que no tengo ningún derecho (¿qué clase de derechos se tienen en algo que quiere parecerse a la realidad?). Las omisiones, las mentiras, las palabras lanzadas al aire, las actuaciones, los susurros, los roces, la sangre, los sentimientos, el sexo... todo me parece absurdo, ninguna de esas cosas tiene razón ahora, probablemente en ese momento sí, pero ahora todo suena a estupidez. Es imposible prohibir a las personas que hagan lo que quieran así como es totalmente imposible creer que alguien me pueda pertenecer o yo pertenecer a alguien. No quiero pensar en cómo será el futuro y en todo el sufrimiento que vendrá por delante, me cuestiono y creo que por eso pasó tanto tiempo para que pueda decidir sentir algo remotamente humano; fue el cansancio de pensar constantemente en las cosas que podrían pasar y en las que no, lo que me hizo desistir de sentir. Ahora veo que puede repetirse todo y me estoy acobardando y dudo. No puede todo volcarse a eso, ni ser el centro de mi vida. Me estoy partiendo la cabeza en porqué hacemos lo que hacemos. Somos absolutamente... nada, solo sistemas organizados que nos hacen... vivir... los pensamientos son absurdos, no son realidad, peor los sentimientos, solo lo tangible es real, por eso ya no creo nada y esa aproximación que pude haber hecho hace 2 días ha desaparecido completamente de mi cabeza. Quiero llorar y no puedo, todo me molesta y me provoca ira, como para golpear a la gente o lanzarme frente a un camión.
Estupideces... todo lo que he dicho son estupideces, que me gustan y que les encuentro cierto sentido. Un escalofrío recorre mi cuerpo al admitir esto, el que no quiero sentir nada o peor pensar, luché por llenar ese dizque vacío interior que tenía, pero irónicamente, el sentir ese vacío me hacía bien. Quiero ser aburrido, ingenuo, callado, despegado del mundo. Caí en cuenta que usar este "diagnóstico" es la forma más cercana en la que podré tener personalidad (que supuestamente eso significa "ser") y me reconforta porque se llega a la conclusión de que el vacío está ahí, solo que ligeramente acobijado.
Quiero ser gato para poder dormir todo el día, para poder buscar mimos cuando me dé la gana y enojarme, aruñar y morder cuando me plazca. Alegrarme al jugar con un pedazo de papel o unas lanitas que estén en el suelo, acercarme a la gente que yo decida que se merece mi atención (que me harán caso ya que sería una bolita chiquita suavita de pelos), ponerme a pelear con un perro que es 10 veces más grande que yo a través de un vidrio, creer que soy un súper cazador al matar a una polilla, bañarme delante de cualquiera sin que me importe lo que piensen, soñar con Whiskas y quimbolitos, y ser solo eso, algo simple y perfecto, que nadie espere nada, solo que sea un gato.
