martes, 27 de abril de 2010

Desparanoias Sexuales (Paranoias Sexuales 2.0)

Cuando realmente dejé de pensar en todo lo que implica el sexo, es decir lo físico, los sentimientos, la emoción, la excitación, yo, él, el lugar, el tiempo, es cuando dejó de ser tan complicado como parece. Fue como una ola en la que me dejé llevar sin importar cuál hubiera sido el destino (así hubiera sido morir); literalmente me sentía cubierto de agua, semi-tibia, estaba desnudo y me arrastraba una fuerza extrañamente agradable que me cortaba la respiración y me daba vida al mismo tiempo, todo desde una masa energética que eran nuestros cuerpos (casi como imanes gigantescos).

Todas las paranoias sexuales (y las no sexuales) se fueron instantáneamente, como si filtraran mi cerebro y quedaría únicamente la parte sólida y lo líquido (las paranoias) se desecharía. Hay cosas que no puedo explicar con palabras porque van más allá de lo que creo que es la realidad pero al mismo tiempo las siento aquí, terrenales, tangibles.

No se puede separar el sexo de los pseudo-sentimientos ("el follar de hacer el amor"), no puedo, no pude, ni tampoco quiero hacerlo. Comienzo a creer parte de lo que quiere hacerme creer, pero nunca podré convencerme del todo. Siento que las cosas se nos están yendo de las manos y que todo lo que podía ser imposible se está convirtiendo en hechos.

Ojalá pudiera ver cómo me ve y que me vea cómo le veo, pero por poco tiempo, 3 milisegundos, para creernos todo, y que ese tiempo cortito nos haga reaccionar y caigamos en cuenta de que sí hay cosas perfectas como éstas.

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